El siguiente pronunciamiento se ha elaborado en el espacio que se ha dedicado a la reflexión sobre violencia de género y fue aprobado por la asamblea general del Curso de Oriente. Les recordamos que este espacio sigue en constante construcción por asesores, asesoras, padres y madres de familia. Invitamos a la comunidad del Curso de Oriente a sumarse a estas reflexiones.
Curso de Oriente
jueves, 23 de mayo de 2019
viernes, 25 de enero de 2019
Resultados Sorteo 2019 (A las 3 pm se publicarán de nueva cuenta los resultados) Estamos trabajando :))
En el siguiente enlace se pueden consultar los resultados. Agradecemos a quienes participaron, quienes se quenden, nos vemos mañana. Quienes no, existen otras opciones, proyectos a los que pueden asistir. ¡Por educación pública, gratuita y para tod@s!
Un momento, pedimos disculpas por las molestias que podemos causar, pero a continuación se hará una modificación en el archivo para que mañana todo sea más sencillo. En breves minutos, subiremos el archivo de nueva cuenta...
Gracias!!!

A las 3 pm se publicarán de nueva cuenta los resultados Estamos trabajando :)
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jueves, 5 de abril de 2018
Manifiesto del Curso de Oriente
15 años de ¡educación y resistencia!
Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización
Ernesto Che Guevara
La huelga sembradora de proyectos

Cientos de aquellos estudiantes huelguistas participan, hoy día, en no poca luchas alrededor del país y del mundo. Son miembros de organizaciones defensoras de los derechos humanos, integrantes de colectivos de profesores, activistas movilizados por los derechos de las mujeres y la defensa de la tierra o la vivienda digna, entre otros. El Curso de Oriente es un proyecto heredero directo de aquella huelga plebeya.
El Curso de Oriente y la lucha por la educación
Decenas de estudiantes y profesores del CCH Oriente decidieron que la Huelga no sería la única acción que realizarían por la educación. Decidieron, junto con muchos estudiantes de nuevas generaciones, que habría que seguir dando la batalla al gobierno y a sus políticas de exclusión. Habiendo logrado mantener las puertas de la UNAM abiertas a muchos hijos de los trabajadores impidiendo los cobros, había que seguir adelante, pues no basta con que la UNAM sea pública, ya que, aun así, miles de estudiantes, sobre todo los menos beneficiados, terminan desertando.
Se debe tomar en cuenta que la desvinculación de la UNAM del Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL), era uno de los 6 puntos del pliego petitorio del CGH. Este organismo se encargaba (y se encarga aun en buena medida) de diseñar los exámenes estandarizados de selección que expulsan a miles de alumnos de difíciles condiciones económicas. Finalmente después de la huelga, la UNAM declara que se desvincula del CENEVAL, pero se mantiene dentro de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Medio Superior (COMIPEMS), que es la instancia que organiza el examen único de ingreso al bachillerato.
¿Qué hace este examen? Hace una prueba igual, para estudiantes que son diferentes. Aplica un examen estandarizado, que expulsa a los de abajo, y entre ellos, a más mujeres que hombres; más a los campesinos y a los indígenas que al resto; a los jóvenes de colonias marginales, mucho más que a los que viven en zonas económicamente estables. Es un examen discriminatorio y denigrante, en suma: injusto.
El examen que aplica la UNAM es prácticamente el mismo que aplica la COMIPEMS para aspirantes que solicitan ingresar a otras instituciones, así que es prácticamente la misma gata, nomás que revolcada. Prácticamente el mismo examen, en el mismo proceso injusto de selección.
Si la educación es un derecho, debe ser garantizada a todos, en su máxima calidad. En países que se han convertido en referente por su excelencia educativa, como son Cuba y Finlandia, el denominador común es que no tienen examen único tipo CENEVAL, en ninguno se permite la educación privada ni se segrega a los estudiantes en escuelas “de primera” y “de segunda”. En ninguno se somete a la juventud a una presión infame, para realizar un examen que definirá en gran medida su futuro. Simplemente se les da a todos educación gratuita, de la mayor calidad posible, garantizada por el Estado, y punto.
En México, los exámenes implementados por el CENEVAL resultan un filtro social que convierte a la educación en un privilegio e impide que miles de jóvenes ejerzan ese derecho. Contra esa visión que fomenta el egoísmo, la competencia individual y la idea de que sólo unos cuantos pueden continuar educándose, nació el Curso de Oriente.
Los primeros años… terquedad y resistencia
En febrero de 2003, estudiantes y profesores universitarios, la mayoría del CCH Oriente, iniciaron con el Curso. Vale la pena señalar que éste se pensó no sólo como un proyecto universitario, cerrado y en manos de un colectivo sino como un proyecto social abierto y de masas.
Se tenía presente lo injusto que resultaba que los propios hijos de los trabajadores universitarios no pudieran ingresar a la UNAM, es como esos albañiles que levantan maravillas arquitectónicas, escuelas, hospitales, aeropuertos, pero ni ellos ni sus hijos tienen acceso a ellas; así que muchos de los integrantes de los grupos de aquella primera generación, eran hijos de trabajadores universitarios.
Para abrir y masificar al curso, hubo que convencer a la comunidad, que realmente mostró un gran apoyo. A los que iniciaron el proyecto, las autoridades les levantaron actas, se les cerró el CCH en diversas ocasiones para que no pudieran entrar… en respuesta hubo tomas, protestas, cartas, movilizaciones, jornadas de difusión y propaganda, foros. La tensión política estaba presente, las autoridades habían decidido que este curso no se iba a dar, pero los universitarios por su parte decidieron que no se dejarían doblegar. Había salones desocupados los fines de semana, había jóvenes queriendo dar clases, había una gran necesidad de muchos estudiantes que no podían pagar cursos privados, lo único que impedía que se desarrollara este proyecto solidario, era la cerrazón de las autoridades.
Argumentaban que “eran alumnos externos a la universidad, que no tenían número de cuenta”, que eran “niños de secundaria que no tienen porqué estar en el CCH”, decían que “mejor den su curso en sus escuelas secundarias”, etc. Chantajeaban a la comunidad del CCH Oriente diciendo que si el Curso se impartía, ya no había recursamientos los sábados para los propios alumnos CCH’eros. Mentiras tras mentiras.
Entre sus acciones, trataron de enfrentar a los asesores con los trabajadores, en particular con los que cuidan las instalaciones los fines de semana y días festivos (llamados del 5º turno), que fueron usados como punta de lanza para impedir que se impartieran las clases. En su desesperación, llegaron a cerrar la escuela, con el pretexto de que no había luz o no había agua, que iban “a fumigar”, pero cerraban ¡desde el jueves en la noche! En esas condiciones, los iniciadores del curso decidieron resguardar el plantel, cada semana durante un mes, se quedaban los viernes en la noche-madrugada, muchas veces amenazados con la llegada de porros, sin agua y luz, etc.

Un sábado de esos meses, al querer ingresar al plantel para impartir las asesorías, las puertas estaban cerradas, se decidió hacer el curso afuera, con lonas, sillas y pizarrones prestados, y llegaron 10 patrullas para desalojarnos. Se tuvo que desplazar el curso a aulas prestadas en Ciudad Neza, rentando peseros para trasladar a los alumnos. Se trataba de sembrar miedo a los asesores y a los alumnos de secundaria. Después de toda esta serie de acciones, lograron reducir drásticamente al grupo de asesorados a poco más de 30, de los 120 que tomaban clase en un inicio; pero no lograron desaparecer al curso. Una madrugada del año 2003, hartos de tanto acoso, los asesores decidieron tomar el CCH, saltar por las rejas, abrir la puerta de un estacionamiento, y meter a los alumnos por ahí.
Fueron meses y años de tenacidad, de necedad, de no doblegarse. Y poco a poco ganar la pelea entre la comunidad, lo cual, por fortuna, se fue logrando. Cada vez más estudiantes, profesores y trabajadores del plantel hicieron suyo el proyecto, y lo defendieron contra las autoridades, logrando dejar establecido que el proyecto seguiría existiendo a pesar de la negativa de la rectoría.
Desde luego, el Curso ha pasado por distintas etapas pero, sin duda, una de las más importantes fue la masificación del año 2007. De 17 grupos hubo un crecimiento a 40 y se incrementó también el número de asesores, de 100 a más de 200. En los últimos años el aumento no cesó y en la actualidad hay más 300 asesores que integran el Curso. En el año 2017 se extendieron más de 400 constancias de participación en asesorías y comisiones del proyecto.
Aunque por momentos se vive tensión política, lo cierto es que, gracias a la participación masiva, al respaldo de los trabajadores, de los padres de familia de los asesorados, y de la simpatía que el Curso ha despertado, los directivos del CCH y la propia Rectoría han tenido que asumir, muy a su pesar, que el proyecto es una realidad y que continuará desarrollándose.
La dirección colectiva del curso
El Curso tiene formas de discusión y de decisión que también han cambiado a lo largo de los años. En un principio eran pocas personas que tenían todo el trabajo y todas las decisiones a cargo. Conforme se dio la masificación del curso, se estableció una “comisión de comisiones”, es decir un conjunto de compañeros que resolvía buena parte de los problemas técnicos, hablar con responsables de materias, con los trabajadores, con las autoridades, etc.

Durante la existencia del Curso muchas cosas han cambiado: las generaciones de asesores, los alumnos y los padres de familia, las formas en las que se organizan las asesorías o las comisiones, pero lo que ha permanecido es la máxima instancia en la toma de decisiones: la Asamblea General. Desde ella, el Curso se ha consolidado, construido y reinventado. La Asamblea General es un espacio heterogéneo en el que los asesores planean, discuten, dialogan, se escuchan, y así se tejen los acuerdos para seguir avanzando. En la Asamblea General se construye el camino de la mucha historia que le queda al Curso por delante.
Los retos y los principios
Emprender un proyecto social, de masas y con trabajo voluntario, implica un compromiso ético. El Curso de Oriente ha construido una serie de lineamientos éticos, basados esencialmente en el trabajo voluntario, la solidaridad y el compromiso de enfrentar a un sistema que niega los derechos mínimos del ser humano. El Curso trabaja y se desarrolla desde la más absoluta honestidad y trata de resolver los problemas que se presentan de forma colectiva y organizada. A lo largo de su existencia se han vivido múltiples dificultades que se relacionan, por ejemplo, con el ingreso de los asesorados. Hay padres de familia que, debido a la desesperación, han querido que sus hijos entren al Curso no por la vía del sorteo, sino ofreciendo dinero o apoyos para inscribirlos por debajo de la mesa. Nada de eso se ha permitido. Hemos tenido también alumnos con problemas de actitud, incluso problemas de drogas, de violencia; o algún asesor que, sin respetar los acuerdos colectivos, mete a alguien al curso, sin pasar por los procedimientos acordados. Todo eso hemos tenido que aprender a resolver, con lineamientos generales que se discuten todo el tiempo, tratando de no actuar como el gobierno o las autoridades, sino ver esos problemas con una mirada más humana y crítica. Y para hacer honor a la verdad, hay que decir que la gran mayoría de los asesores, padres de familia y alumnos han actuado con honestidad, compromiso y buena voluntad.
La parte ética es el sustento de la parte política del curso, de la lucha contra las autoridades y contra el gobierno. Si en el curso hubiera corrupción, malos tratos, falta de principios, hace ya muchos años que habría sido derrotado.
Siendo tantos, y cada vez más, los retos se multiplican. En lo social podemos avanzar. Tenemos 300 asesores o más, tenemos manos que quieren ayudar, tenemos fuerza, hay que ocuparla, en los siguientes meses y años, hay que ir abriendo alternativas. En lo académico, siempre es posible mejorar las clases, los que más estamos aprendiendo somos nosotros, aprendamos mucho más, aprendamos cómo ser asesores con más herramientas académicas y una pedagogía diferente, pues aquí también intentamos construir eso, una nueva pedagogía, no tradicional, no vertical, sino colaborativa, que potencie a los alumnos, los entienda, no los reprima. En lo político debemos avanzar en la conscientización de los demás, pero también de nosotros mismos. Nuestra trinchera es la educación, pero educación, no sólo es tomar y recibir clases, es mucho más que eso. Hay que hacernos la pregunta: ¿cómo garantizamos educación para todos? ¿cómo hacemos valer el tercero constitucional? ¿cómo en la UNAM (y en muchos otros lados) logramos romper el cerco y la tendencia evidente hacia la elitización que las autoridades y el gobierno están impulsando?
El derecho a la educación tiene que ver con la posibilidad de ingreso, permanencia y egreso. En cualquiera de estos mom
entos, perdemos a miles de alumnos, y estadísticamente se muestra que los que más perdemos son los de abajo.

El Curso está muy ubicado en la lucha por el ingreso de los estudiantes, debemos fortalecer el análisis global del problema.
Un granito de arena
Ya son 15 generaciones de asesores, enseñado a más de 15 mil alumnos según los conteos más modestos. Pero sin duda, los que más hemos aprendido somos nosotros. Participando en un proyecto social, colectivo, justo, noble como este, se aprende mucho más que en un millón de clases. Te enseñas a ser, aunque sea, un poquito más solidario, más consciente, más humano.
A partir de 2003, año con año se da este curso, que no sería el mismo sin la ayuda de compañeros de la UNAM, IPN, UAM, UACM, además de los padres de familia y los compañeros de secundaria. Tampoco sería sin cada una de las copias que saca la comisión de impresión, sin los marcadores, gises, borradores, hojas blancas y demás que se reciben como donaciones. No podría imaginarse un curso como el del CCH Oriente sin la moneda que depositan sábado con sábado al bote de cooperaciones voluntarias, que sirve para los materiales que se le da a los alumnos. Sin los alimentos que los padres de familia preparan para cada uno de los asesores. No sería posible el curso, tampoco, sin las comisiones de compañeros que están presentes en las inscripciones, en las asambleas, reuniones, discusiones por materias.
Por eso, 15 años después, quienes somos parte del Curso de Oriente nos sentimos orgullosos de su existencia. Sentimos que nuestra labor no ha sido vana. Nuestro proyecto, además de rescatar la solidaridad, la honestidad, el trabajo voluntario, el compañerismo, como pilares de una mejor sociedad, también ha tenido resultados concretos: nuestros compañeros asesorados superan a la media de los que presentan el examen, con un promedio de entre 7 y 8 aciertos, y aumentan considerablemente sus puntajes con respecto a los exámenes diagnóstico que aplicamos al inicio de cada Curso.
Nuestro proyecto busca sembrar la semilla de la crítica, del análisis comprometido con una realidad social como la que vivimos, de la conciencia inquebrantable.
Desde el Curso de Oriente peleamos por hacer real el ejercicio del derecho a la educación de calidad. Peleamos contra el examen único que excluye, discrimina, segrega y coarta las aspiraciones de miles de estudiantes para continuar preparándose. Soñamos con un mejor país y, desde la trinchera de la educación, queremos contribuir a ello.
Han pasado los primeros 15 años del Curso. Lo celebramos y nos preparamos para las batallas venideras. Continuaremos sin cesar. Venceremos la lógica neoliberal e individualista. La solidaridad seguirá siendo nuestra bandera. El trabajo voluntario nuestra fortaleza.
A 15 años, ¡la lucha sigue!
¡Ni un paso atrás!
Integrantes del Curso de Oriente
Febrero de 2018
viernes, 19 de enero de 2018
Listas de resultados del sorteo para ingreso al Curso de Oriente 2018
A continuación les dejamos el link donde podrán consultar los resultados del Curso de Oriente 2018, les pedimos una disculpa por la demora.
Les recordamos que todos aquellos que estén en listas, deberán de asistir el día de mañana sábado 20 de enero de 2018 a las 7:30 a las afueras del CCH-Oriente. Deberán de traer lápiz de 2 o 2 1/2, una fotografía tamaño infantil, identificación con fotografía y un tutor con disponibilidad de horario pues se dará una plática de gran importancia para los nuevos estudiantes del Curso.
jueves, 11 de enero de 2018
Curso de Oriente 2018
¡Curso
de Oriente, luchando por la educación para todos!
El Curso de Oriente es un
proyecto independiente, solidario y de lucha. Es un curso donde cientos de
estudiantes de la UNAM y otras universidades brindan apoyo académico con
trabajo voluntario a alumnos de secundaria que enfrentarán el Examen Único de
Ingreso al Bachillerato, examen injusto y excluyente que beneficia a los que
más tienen y segrega a escuelas de baja
calidad a jóvenes de escasos recursos (que, en general, no pueden pagar
curso privados de preparación).
El Curso se desarrolla los
sábados, en las instalaciones del CCH Oriente; abriendo las puertas de la UNAM a los hijos del pueblo. Es
gratuito y atiende actualmente a aproximadamente 1400 alumnos de secundaria. Se
trata además de un proyecto de lucha, pues desde el Curso repudiamos al Examen
Único, al CENEVAL, a la COMIPEMS y exigimos la apertura de más Preparatorias y
CCH’s de la UNAM, escuelas de educación media superior del IPN, elevar el nivel
y el presupuesto al Colegio de Bachilleres, a las Preparatorias oficiales del
Estado de México, y la educación media superior en general.
Está estadísticamente
comprobado que este examen estandarizado perjudica a los más pobres, a las
mujeres, a los hijos de madres solteras, a jóvenes que estudian y trabajan,
coartando y entorpeciendo su derecho a la educación.
Por todo lo anterior...
A ti, que estás interesado en en integrarte como estudiante del Curso de Oriente te pedimos que descargues y llenes el siguiente formato de registro al sorteo que se llevará a cabo los días martes 16 y miércoles 17 de enero siguiendo los pasos enunciados a continuación:
- Presentarte acompañado de tu padre, madre o tutor con el formato de registro al sorteo con los datos requeridos y haber verificado que estén escritos correctamente ¡No olvides llevar la credencial de tu secundaria!
- Seguir las indicaciones del comité organizador para no generar desorden y permitir el flujo de personas en todo momento.
- El Curso de Oriente es un proyecto solidario y autogestivo ¡No se hace cobro alguno, ni se vende ningún tipo de artículo! Las cooperaciones son voluntarias y en caso de querer aportar serán organizadas por compañeros identificados como parte del Curso.
- El sorteo es un proceso azaroso realizado por una computadora, no depende del promedio, ni de manos humanas que lo manipulen; la relación de los aceptados en el curso se publicarán en esta página o en la entrada del CCH Oriente después de las 13:00 h, el viernes 19 de enero.
-Por último, en caso de ser aceptado, deberás presentarte el sábado 20 acompañado de tu padre, madre o tutor para que a estos últimos se les informe sobre los objetivos del Curso, de las necesidades del mismo y se aclararán dudas; mientras que a los estudiantes se les aplicará un examen diagnóstico.
¡Ojo! En caso de no ser aceptado, la decisión es inapelable, pues los lugares sorteados ya están establecidos.
¡Abajo
el CENEVAL, la COMIPEMS y el Examen Único de Ingreso al nivel medio superior!
¡No
más exámenes estandarizados de exclusión y segregación social!
¡Apertura de más Prepas, CCH’s y escuelas de
bachillerato del IPN!
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